“La Voz” presentó una actuación explosiva de Lissandro Formica, quien cantó “Too Much” de Elvis Presley. En los primeros treinta segundos, los jueces quedaron cautivados por su poderosa voz y comenzaron a girar sus sillas una por una, mientras sus sonrisas se expandían al escuchar.
Los jueces se pusieron a bailar espontáneamente cuando la energía contagiosa de Lissandro los llevó fuera del escenario y creó un espectáculo notable. Una parte sobresaliente del concierto fue este acto improvisado, que demostró el carácter unificador de su actuación.
Había una emoción eléctrica en el aire mientras los miembros de la familia de Lissandro observaban desde las gradas. Los testigos dijeron que estaban tan fascinados por el momento que saltaron y vitorearon. Todos estaban asombrados por el profesionalismo de Lissandro, ya que mantuvo una actitud seria y segura durante toda la actuación, a pesar del ambiente vibrante.
Los jueces elogiaron el poder vocal y la presencia escénica de Lissandro al finalizar la actuación, y la multitud se volvió loca por él. Mostró su potencial para el futuro del torneo al mantenerse calmado bajo presión.